Homenaje
A todos los niños raptados por el destino
a todos los caminos que quedaron sin recorrer
a todos los pasmados que viven en su sinsentido
a todos los pasados que quedaron por haber
al ser que vive en el espejo de mi sentir
a todos los vestidos que nunca se estrenaron
a los escalones caducados de la escalera del porvenir
a los que prefirieron dejar de sentirse obnubilados
A las calcomanías, a los cromos, a los diccionarios
que sin saber nos enseñaron de mala manera
que lo que queríamos aprender no figuraba en sus glosarios
A las primaveras que no tuvieron golondrinas
A las madrinas del atardecer de mi juventud
a la salud de los brindis de las lunas de miel
a todos los pensamientos cerrados bajo llave
a todas las naves que partieron con mi hiel
A todas las costras del cerebro nacidas del pensamiento
a todos los inertes que se olvidaron de nacer
a todas las ideas que se ahogaron en el tintero del tiempo
a todas las amarguras matadas al anochecer
A todas las almas que se desnudaron en mi litera
a todos los cuerpos entregados a mi voluntad
a toda la voluntad que no cruzó mi frontera
a todas las palabras que ahogaron mi sinceridad.
A todos los fuegos que incendiaron mi ser
a todo querer que se ahogó en mi seno
Al aliento de la esperanza que rozó mi cuello
a la triste ilusión que murió en mi hundimiento
A todos los lectores que desafían mi catarsis
a los que no conocen sino mi iceberg
a quienes derriten mis versos entre sus pupilas
a todas las divas que nunca seré