22 febrero 2008

Pasaporte

- Buenos días, ¿algo que declarar?

- Un alma diabólica, que creció sin brújula

- ¿Perdón?

- ...

- ¿Tiene usted algo que declarar?

- Un corazón borracho, ebrio del elixir de sus labios.

- Creo que no me comprende, mire mi uniforme, soy policía. ¿Tiene usted algo que declarar a la policía?

- Cuatro palabras asesinas que lapidaron la ilusión.

- Ya está bien de juegos, muéstreme su pasaporte, por favor

- ...

- Señora, no tengo toda la mañana para usted, ¿me muestra su pasaporte, por favor?

- ¿Mi pasaporte?

- Sí, su pasaporte...

- Lo olvidé en el avión, junto a mi sonrisa.

09 febrero 2008

carnaval de resurrección

Funeral entierro del silencio

corona mutilada, profana oración

preparados ... apunten... fuego

fuego... fuego a discreción.

Llegó la hora de poner a dieta mi agonía,

de desmitificar los pecados que no fueron,

no fueron, no, sino imperfecciones,

pequeñas máculas,

apenas errores sin convicción,

deslices de neuronas desgastadas

desgarres del corazón.

Llegó el momento disfrazado de ocasión,

soplo de aliento beodo,

réquiem sin persuasión

de liberar el gato encerrado

de abrir puertas, de cerrar brechas

de acostar el dolor.

De deshacerse de tanta tristeza caducada,

de lágrimas fermentadas, decoradas de moho.

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La canción del condenado se pasó de revoluciones,

la desafinada banda vital sonora

tomó lecciones de canto

el llanto se hizo clave de sol.

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y entretanto,

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dos muelas rotas por roer tu amargura

una cintura ensanchada dormida en mi talle

un simple detalle envuelto en oro

angostas arrugas regadas de lágrimas

cicatrices malva, heridas de amor.

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baile de clausura

carnaval de resurrección